Fórmula 1: Franco Colapinto corre en uno de los trazados más exigentes del calendario

El piloto argentino se suma a la séptima fecha del campeonato mundial en el emblemático trazado de Imola, un circuito técnico, rápido y lleno de historia. Detalles del Autódromo Enzo e Dino Ferrari, escenario de su retorno.

La Fórmula 1 vuelve este fin de semana a uno de sus circuitos más emblemáticos: el Autódromo Enzo e Dino Ferrari, en Imola, Italia. Pero esta vez, los fanáticos argentinos tendrán un motivo especial para seguir la competencia: el regreso de Franco Colapinto a la máxima categoría del automovilismo internacional con el equipo Alpine, en el marco del Gran Premio de Emilia Romaña.

Este trazado, que constituye la séptima fecha del campeonato 2025, representa un desafío tanto técnico como físico para los pilotos. Con 4.909 kilómetros de extensión, 63 vueltas programadas y un recorrido total de 309.049 kilómetros, Imola exige precisión absoluta. Su récord de vuelta vigente es de 1:15.484, marcado por Lewis Hamilton en 2020.

El circuito se caracteriza por su sentido antihorario, algo poco común en la Fórmula 1, y por sus 19 curvas (algunas clasificaciones hablan de 20), que combinan zonas de alta velocidad con tramos trabados que demandan frenadas precisas y excelente tracción.

Entre las curvas más icónicas figuran:

Tamburello: originalmente una curva veloz y peligrosa, modificada con una chicane tras el trágico accidente de Ayrton Senna en 1994.

Villeneuve: otra chicane rápida que sigue a Tamburello.

Tosa: una horquilla cerrada que exige una frenada fuerte y control.

Piratella: curva rápida, en subida y con visibilidad reducida.

Acque Minerali: un tramo veloz en bajada, técnico y exigente.

Rivazza: las dos curvas finales antes de la recta principal, clave para un buen tiempo por vuelta.

Imola es también un circuito poco propicio para adelantamientos, aunque se han realizado cambios en los últimos años para favorecer el sobrepaso, especialmente con la ayuda del DRS en la recta principal y en la curva Villeneuve.

Además, el diseño de sus curvas y rectas impone un fuerte desgaste en los frenos y un gran desafío físico para los pilotos, sobre todo por la orientación contraria a la mayoría de los circuitos del calendario.

Con una rica historia en el automovilismo, este autódromo ha sido sede de los Grandes Premios de San Marino e Italia. Para Colapinto, será una oportunidad clave para demostrar su talento en uno de los escenarios más complejos y reverenciados del mundo de la F1.