Escándalo de las valijas: Milei, entre excusas y contradicciones

"Dos valijas correspondían a la chica, dos a la tripulación, dos a otra persona y había cuatro bolsas de compras”, detalló Milei. Repitió que "no hay nada irregular" y argumentó que “ese equipaje venía de Estados Unidos, donde controlan todo”.

Javier Milei salió a despegarse de un nuevo escándalo en ciernes que lo involucra: el caso de las valijas sin controlar, un hecho del cual llamativamente demostró estar informado al dedillo de cada movimiento. “No tiene nada de irregular que pasen valijas, y la gente es inocente hasta que demuestre lo contrario”, dijo en defensa propia y de los personajes que lo protagonizaron, que son ni más ni menos que miembros de la organización conservadora que ramifica el trumpismo en varios países.

El esfuerzo del Presidente por salirse de ese embrollo tuvo lugar durante un reportaje por una radio partidaria, en la que afirmó que esa denuncia sobre irregularidades en los controles de las valijas que sortearon la Aduana en Aeroparque “es una pelotudez”.

Y no solo eso, también calificó al hecho investigado por la Justicia como “un vuelto” por la destrucción del Estado que inició su Gobierno. “Le estoy rompiendo los curros a un montón de hijos de puta que cagaron a la Argentina, y Libra y la valija son un vuelto”, dijo.

“La valija es un vuelto porque es una pelotudez del tamaño de una casa”, insistió y en el mismo tono intentó desmentir la trama de encubrimientos que se evidenció a través de las imágenes de las cámaras de seguridad reveladas en los últimos días. Es “un collage de fotos para tratar de generar una historia falsa”, dijo.

Para desautorizar esa evidencia, el mandatario hasta negó que el equipaje en cuestión haya pasado por un espacio paralelo, tal como lo mostraron las filmaciones. “En rigor, los controles en la Aduana son discrecionales y arbitrarios y los determina la gente de la Aduana”, minimizó y remarcó que la responsabilidad del caso es de los titulares de ese organismo.

El periodista partidario que lo entrevistó intentó ayudarlo: “O sea que no se pidió nada ‘de arriba’, no son las valijas de Antonini Wilson”, comentó. “Exacto”, respaldó el Presidente.

Durante la entrevista por El Observador, Milei minimizó la falta de controles a ese equipaje en el aeroparque metropolitano con un insólito argumento: “Ese equipaje venía de Estados Unidos, donde controlan todo”. Es decir que si una valija se controla en su lugar de salida, no debería controlarse en su lugar de arribo.

También se despegó de Leonardo Scatturice, un argentino integrante del tándem trumpista, dueño del avión que transportó ese equipaje y flamante propietario de la lowcost Flybondi. “No soy su amigo, pero conozco el nombre”, dijo Milei.

Lo más llamativo de las declaraciones del Presidente fue el grado de detalle con que conocía el caso y la minuciosidad con que lo relató. “Hay que aclarar que nosotros no manejamos las cámaras de la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA)”, dijo y precisó: “Además, no eran diez valijas, eran diez bultos. Dos valijas correspondían a la chica (Arrieta), dos a la tripulación, dos valijas a otra persona, y había cuatro bolsas de compras”.

Además, afirmó que cuando estalló el escándalo, en marzo, “iniciamos un sumario en Aduanas e iniciamos una causa penal para que se investigue. Nosotros no podemos dar ni un mínimo de ventaja”. “Vos no podés estar en todo", dijo para despegarse y sin que nadie le cuestionara que él, como presidente, no podía no saber lo que ocurría. Luego cerró la entrevista: “Bueno, el tema de la valija ya está aclarado”.

Milei también intentó despegarse de Laura Belén Arrieta, la exazafata y miembro organizadora de la Conferencia Política de Acción Conservadora (CPAC) protagonista del hecho ocurrido en febrero pero que volvió a cobrar relevancia en los últimos días, cuando se supo que ella y otras personas pasaron “por orden de arriba” 10 valijas provenientes de Miami en un vuelo privado, sin someterse al control de Aduana.

“Tengo una foto con una chica”, admitió el mandatario en referencia a Arrieta, pero “que yo tenga una foto con una determinada persona, no me hace su amigo”, escapó.